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Por: Belarminio Ramírez 

Ganar unas elecciones requiere que se conjuguen varios factores. Perder unas elecciones requiere también el resultado de una confluencia de factores.

Belarminio Ramirez Morillo
Belarminio Ramirez Morillo

Un acontecimiento, un factor económico o externo pueden decidir quién y quién pierde unas elecciones, independientemente de las fortalezas de los partidos y el perfil de los contendientes.

La muerte de José Francisco Peña Gómez estimuló a un voto póstumo que puso en manos del PRD el congreso y mayoría de los ayuntamientos en 1998. 

Interesante fue el comportamiento electoral de 1998, porque el PRD estaba fuera del poder desde 1986, el PLD gobernaba y el PRSC tenía al momento del certamen mayoría congresual y municipal que obtuvo en 1994.

En las elecciones congresuales y municipales del 2002, el PRD volvió y obtuvo una victoria aplastante, y, dos años después, en el 2004, como consecuencia del impacto que tuvo en la economía hogareña la inflación desatada por las medidas tomadas por el gobierno de Hipólito Mejía como correctivos al hoyo financiero dejado por la quiebra de BANINTER, recibió una humillante derrota.

De haber sabido que le explotaría en las manos la quiebra de BANINTER, el presidente Hipólito Mejía no hubiera propiciado una reforma constitucional para presentarse como candidato en el 2004.

Cuando la crisis económica ahogó a la población en los últimos dos años del gobierno de Hipólito Mejía, el electorado sin necesidad de ser inducido se inclinó hacia un deseo de retorno del PLD, como en efecto sucedió.

El votante en el 2004 no pensó en el PRSC como opción de retorno que ocho años atrás había salido del poder. 

Ahora, en la perspectiva electoral 2024, es posible que se produzca un comportamiento en los votantes parecido al del 2004. 

El presidente Luis Abinader jamás pensó que le tocaría llegar a la presidencia en medio de una crisis sanitaria y económica como la que le ha tocado lidiar.

El punto es que Abinader construyó una marca líder candidato sustentado en una esperanza de cambios para modernizar y desarrollar a la República Dominicana, y en los hechos, va por mitad de periodo y no se avizoran síntomas de ese añorado cambio. Empero, muchas cosas han cambiado entre 2020 y 2022, pero para empeorar. 

La sociedad, la economía, la educación, la salud, la producción, la seguridad, la oportunidad, la justicia, el emprendedurismo, las pequeñas y medianas empresas, los programas y políticas de asistencia social, en fin, todo en el 2022 está peor que como lo recibió Abinader del PLD en el 2020.

Ante el fracaso que se percibe tendrá el PRM en el 2024, el electorado “se pondrá” en el PLD y no en Leonel Fernández que fue aliado de Abinader en el 2020 y responsable directo de sacar al PLD del poder, y por ende, del deterioro de la calidad de vida que afecta a los dominicanos.

El análisis de la politólogo Rosario Espinal es certero y objetivo: “el 2024 será una batalla entre PRM y PLD” y lo más probable es que suceda igual que en el 2004, 2008, 2012, 2016 y 2020 y se decida en primera vuelta”.

Lo siento por el profesor Leonel Fernández y algunos dirigentes de la FP que me dispensan afecto y amistad, pero no puedo decir otra cosa, porque la polarización PRM/PLD es lo que va a suceder.

A los votantes que le dieron tres triunfos electorales a Leonel Fernández, quien lo sacó de las oficinas públicas y lo envió a sus casas a pesar penurias, muchos de los cuales no han recibido ni siquiera la miseria de liquidación que le corresponde por ley, es Leonel Fernández y la FP.

Cuando la campaña electoral entre de lleno, el escenario se dividirá en dos: “los que quieren que el PRM siga con Abinader y los que quieren que el PLD vuelva, porque el referente de una vida distinta a las que están teniendo, es el PLD, no la FP. Inclusive, lo bueno que pueda presentar Leonel como legado, es también obra del PLD”.

El PRM sabe que tendrán que echar un pulso con el PLD, y saben también, que todo el daño alegre que hacen al PLD por miseria humana, odio y venganza, tampoco quedará en el olvido. 

Quien saca a un partido del poder no siempre es otro partido de oposición. En muchas ocasiones, quien tumba al oficialismo es la crisis económica y su secuela de impactos en la vida de las gentes. 

La perspectiva es que el referente en el estado racional, emocional y preocupación compartida de los votantes para el 2024 será el 2004. El  “e pa fuera que van” del candidato del PLD Leonel Fernández se convirtió en canción nacional en la campaña electoral del 2004.

El “se van” será la canción nacional en la campaña electoral del 2024.

Leonel Fernández y la FP podrán cantar la canción y bailar la fiesta, pero en busca de perdón, porque estarán gozando la caída de lo que ellos subieron.