Seleccionar página

El liderazgo de Margarita Cedeño es el más sensible y empático con la familia que tiene la República Dominicana. La visión y acción de Margarita Cedeño, paradigma de liderazgo con sentido humano, ha sido muy útil para la sociedad, ya que durante más de dos décadas ha incursionado en todos los ámbitos de la familia con esfuerzos que están dejando frutos. Tiene una visión y un pensamiento sobre lo que se debe hacer para avanzar a familias que sean más sanas, saludables, educadas, armónicas, felices y productivas.

La ventaja competitiva de su liderazgo en el tema de la familia está en que educa y actúa: Predica con el ejemplo.

VEAMOS un glosario de ideas y pensamientos de Margarita Cedeño sobre la niñez:

“A todos mis queridos niños y niñas de República Dominicana: Sueñen en grande y hagan el bien, estas son las virtudes que les garantizarán alcanzar sus más anhelados deseos. Ustedes son y siempre serán mi motivación para construir un mejor país”.

“Los niños son la miel de la sociedad, su ternura, su candidez, su espontaneidad, su alegría y sus ilusiones endulzan nuestra existencia y nos dan las energías necesarias para trabajar con entusiasmo por un mañana mejor”.

“Nuestros niños son un inmenso tesoro que Dios ha puesto en nuestras manos para llenar nuestras vidas del gozo que trae la esperanza de un tierno ser y la ilusión de la inocencia, y brindarnos la posibilidad de sentirnos realizados y trascender”.

“Cuidar y proteger los niños es una gran responsabilidad que debemos ejercer con entusiasmo solidario; es nuestro deber como padres y adultos conscientes, para garantizarles su derecho a vivir plenamente y a crecer sanos y fuertes”.

“La felicidad y el progreso sólo son posibles cuando la niñez tiene garantizado su derecho a crecer sana y fuerte, para estar en condiciones de desarrollar las habilidades y destrezas que le permitirán gozar de una vida digna y plena”.

“Invertir en los niños y niñas, es invertir en el futuro, es invertir en la esperanza de la patria”.

“La inversión en la niñez debe ser integral, que abarque no sólo sus necesidades físicas, sino también sus necesidades sociales y espirituales”.

“Los niños y niñas son los sujetos centrales del desarrollo de un país. En ellos se anidan nuestras esperanzas, nuestras ilusiones y nuestros sueños”.

 “Garantizarles a los niños y niñas el pleno ejercicio de sus derechos es un compromiso que debemos asumir con entusiasmo solidario”.

“Recuerden que amar es un verbo que implica acción y compromiso. Comprometámonos para hacer posible que cada niño cuente con los recursos humanos y materiales que le permitan gozar de salud y lograr su pleno desarrollo”.

“Vamos a hacer un plan para trabajar con la prevención, con la concienciación de hombres y mujeres de nuestra sociedad, de niños y niñas, y que las adolescentes sientan que realmente son las dueñas de su cuerpo y que tienen la responsabilidad y el deber de cuidarse, protegerse, atenderse, conocerse y conocer también las consecuencias de sus acciones. Es decir, dueñas de su cuerpo, pero con responsabilidad”.


“Tenemos que empezar todos por cambiar el “chip” que tenemos, de que ni la mujer es un objeto que le pertenece al hombre, ni la niña es la reserva económica para la familia. Si logramos disminuir en un 10 por ciento toda la carga de machismo del país, disminuimos en un 50 por ciento todos los problemas de la infancia de este país”.

“Nuestras niñas y niños deben estudiar, recrearse y vivir en familia. Así construiremos una sociedad integral y de oportunidades”.