Los valores del liderazgo tienen una poderosa influencia en la conducta social. Por eso, si queremos que la humanidad mejore su conducta los líderes tienen el reto de llevar una vida en valores, expresa el politólogo y consultor político Belarminio Ramirez Morillo en su libro El Liderazgo Paradigma de la Democracia Post Covid-19, disponible en versión digital, Kindle Amazon.
Los valores son esquemas, parámetros y construcciones importantes que condicionan y canalizan el comportamiento de las personas. Los seres humanos nos regimos por una serie de principios y valores, y el tipo de seres humanos que somos, depende en parte, de los valores que constituyen el centro de nuestro diario vivir.
El mundo necesita de un paradigma de liderazgo en valores que promueva igualdad, ética, respeto, integridad, equidad, inclusión y justicia haciendo de su vida un proceso atractivo que impacte en un cambio de vida positivo en los demás.
Arribar a una sociedad con valores más abundantes y firmes requiere que el liderazgo se enfoque más en la familia. La sociedad es la sumatoria de las familias. Para lograrlo debemos enfocarnos más en la niñez y en los que serán padres y madres mañana para que puedan criar a sus hijos con valores más humanos.
El porcentaje de hogares guiados por padres y madres que fueron ignorados y desconsiderados en la niñez es alto. Estos padres, precisa Goleman, desaprovechan la oportunidad que proporcionan las dificultades emocionales para aproximarse a sus hijos y que ignoran también la forma de enseñarles las lecciones fundamentales que pueden aumentar su competencia emocional.
En ese mismo orden de ideas, Hughes, Ginnett y Curphy, presentan dos esquemas de valores, unos valores que son terminales y otros valores que son instrumentales. Los valores terminales son: una vida emocionante, un sentido de logro, seguridad de la familia, armonía interna, reconocimiento social y amistad. Los valores instrumentales son: ser valiente, ser útil, ser honesto, ser imaginativo, ser lógico, ser responsable.
El liderazgo perpetuo, socialmente útil y que mejora las vidas de las personas, es el liderazgo sustentado en valores. Los valores son los principios orientadores de nuestras vidas y sirven para trazarnos la ruta de qué hacer y qué no hacer.
Kouzes y Posner, observan que “para ser creíble como líder, primero debe aclarar sus propios valores, los modelos según los cuales decide vivir su vida. Los valores guían sus sentimientos, lo que dice, lo que piensa, sus opciones y sus formas de actuar. Cuando tenga claro sus propios valores, tradúzcalos en un conjunto de principios orientadores, un credo que pueda comunicar a la gente que espera conducir.” (3)
Los valores deben estar presentes en los discursos de los líderes, pero también, en sus prácticas. Eso significa que los valores deben estar claros. La confianza y credibilidad de las personas hacia ellos depende de esa sinergia.
Los liderazgos con valores son responsables y encaran los retos y desafíos que se les presentan. Valor, conceptualiza Daft, significa luchar por lo que creemos. Valor significa luchar por obtener resultados valiosos beneficios para el todo.”
Stephen Covey acota que los valores “son verdades profundas, fundamentales, verdades clásicas, denominadores comunes. Son hebras estrechamente entretejidas que atraviesan con exactitud, consistencia, belleza y fuerza la trama de la vida”.