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Cada día que transcurre se incrementan más las posibilidades de que se produzca una Tercera Guerra Mundial. Las tres potencias vienen librando una guerra económica que en cualquier momento podría pasar al uso de armas que pudieran matar a un alto porcentaje de la población mundial

La invasión de Rusia a Ucrania alteró la economía mundial y la paz en Europa. Las pérdidas humanas, materiales y económicas jamás se podrán determinar.

Rusia quiere el territorio de Ucrania. Vladimir Putin quiere pasar a la historia de la humanidad como el presidente ruso que alcanzó esa meta.

China quiere el territorio de Taiwán.  Xi Jinping, igual que Putin, ambos dictadores, quiere ser el protagonista de ese nuevo capítulo de la historia universal.

Es evidente que hay una alianza estratégica entre Putin y Jinping quienes están luchando en pareja en contra de los EE. UU. y la OTAN.

Las posibilidades de una Tercera Guerra Mundial se incrementan. Las tres potencias vienen librando una guerra económica que en cualquier momento podría pasar al uso de armas que pudieran matar a un alto porcentaje de la población mundial.

Para alivio, la mayoría de las personas no le dan seguimiento al tema, y, por tanto, no se preocupan de que este acontecimiento pudiera iniciar en cualquier momento.

Los Estados Unidos tiene de frente una de los retos y amenazas más complejas que haya tenido a lo largo de su historia.

Frente a una Tercera Guerra Mundial, se estila que los Estados Unidos sea el protector del resto de las naciones que no están bajo la hegemonía de Rusia y China.

Los dictadores ruso y chino saben que los Estados Unidos de hoy es más débil que los EE. UU. de décadas atrás, porque su economía ha perdido mercados.

Los EE. UU. es un sistema socioeconómico, cultural y político de bienestar social garante de derechos y libertades ciudadanas con una conducta sustentada en la filosofía del bienestar y desarrollo humano.

Rusia y China son dos regímenes dictatoriales enfocados en acumular riquezas para influir en el control del resto del mundo. En esa filosofía de acumulación pagan salarios de miserias, y, por tanto, producen más barato lo que les coloca en perspectivas de ventajas competitivas en el comercio internacional.

Rusia y China en la actualidad dan pasos fríamente calculados y pensados para que se les permita tomar a Ucrania y Taiwan, o de lo contrario, dejan entrever con precisión que la Tercera Guerra Mundial será inevitable.

Estamos viviendo una escena en que Putin y Jinping dejan entrever que quieren la Tercera Guerra Mundial y Joe Biden la evita, no por miedo, porque el pentágono maneja el conflicto con firmeza y templanza. El imperio norteamericano ha estado preparado siempre para una Tercera Guerra Mundial.

Los tiranos ruso y chino con amenazas y chantaje estimulan el miedo en la humanidad. EE. UU está preparado y cada día renueva su preparación, pero estimulando armonía y paz. Esa paz y felicidad que promueve EE. UU. tiene un peligroso enemigo en su interior, el expresidente Donald Trump, un tirano que gobernó en un sistema democrático modelo universal y lo fracturó. Trump desea volver a la presidencia para continuar su obra.

Los líderes Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping tienen la misma personalidad. Son liderazgos peligrosos carentes de sensibilidad y sentido humano. Mientras estos tres líderes existan, estará al doblar de la esquina la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial.

Es importante tener claro que las mayorías de la población rusa y china no son partidarios de una Tercera Guerra Mundial. El peligro que amenaza a la humanidad es por delirio de dos hombres que quieren poner el mundo a sus pies. Las grandes batallas y guerras que ha vivido la humanidad es por conductas humanas parecidas.