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Por: Belarminio Ramírez Morillo

La plutocracia es el Gobierno de los más ricos, o, con la influencia de los más ricos.

Por primera vez, con la gestión de Luis Abinader, una plutocracia gobierna a la República Dominicana.

Se sabía que Luis Abinader tenía mucho dinero, pero jamás se pensó que era una fortuna de 4,396 millones de pesos.

Ha causado mucha sorpresa en la población las grandes fortunas declaradas como patrimonio por algunos ministros y funcionarios del gobierno de Luís Abinader.

Todos los designados en el gobierno del cambio, son millonarios, hasta maestros y académicos, ahora sabemos que son parte de un selecto grupo de privilegiados de la fortuna económica.

Con la plutocracia que encabeza Luis Abinader, se cae el mito de riqueza que se le endilgaba a los miembros del Comité Político del PLD.

Ahora las gentes del pueblo dirán que los ejecutivos del PLD tienen unos centavos -unos chelitos- en comparación con la fortuna que han presentado los promotores de la transparencia con fortaleza institucional y desarrollo socioeconómico.

Cómo se hicieron de tanto dinero, cómo se explica que hasta los profesionales tengan tanto dinero, porque no todos lo heredan, si permanentemente acusaban al PLD de haber ahogado la economía durante dos décadas?

El Presidente Abinader y los millonarios que integran su gobierno, pueden argüir que esas riquezas fueron hechas al margen de la Administración Pública, a diferencia de los ricos de otros partidos que lograron sus ascensos económicos mientras desempeñaban puestos públicos.

Existe la percepción de que algunos funcionarios han declarado fortunas que no tienen, adelantándose a lo que aspiran a conseguir.

Unos declaran demás, otros declaran de menos. Es una vieja práctica. Por eso, es atinada la observación hecha por la doctora Milagros Ortiz Bosch de que se les debe dar seguimiento a las declaraciones juradas de bienes. Esa es una buena tarea para la sociedad civil y el periodismo de investigación.

Un sacrificio por la política

Ahora al pueblo enterarse de la fortuna que tienen los integrantes del gobierno de Luis Abinader, algunas personas han reaccionando diciendo: Qué hacen personas con tanto dinero metidas en política?

Algunos de los funcionarios argumentarán que están en política por el llamado de la Patria. Según el argumento que enfatizaron en la campaña electoral, el PLD estaba destruyéndolo todo, y ellos, estaban en política para llegar al poder y salvar la Nación. Pero al parecer, a los funcionarios del gobierno de Abinader, no les fue tan mal en los gobiernos del PLD.

Hay riquezas declaradas que cuando se hagan las indagatorias sugeridas por la Directora de Ética, si es que la hacen, de revisar títulos de propiedad, declaraciones de impuestos en la DGII y consultas a los bancos, pudieran quedar cuestionadas.

Trabajo honorífico

En medio de la crisis económica que abate a la República Dominicana, una crisis económica que pronto tendrá repercusión social, y, una crisis social que tendrá repercusión política, lo más razonable es que estos funcionarios dueños de tantos millones trabajen de forma honorífica en la administración pública.

Con fortuna ajena, ni se come, ni se vive. Justo al cumplir el primer mes de gobierno, los titulares que resaltaron los medios  de comunicación fue la noticia de lo tan rico que son, y eso, es bueno, pero también malo.

Son muchas las personas pobres que votaron por Abinader que hoy se están preguntando: el porqué, este y los ricos que lo acompañan, no fueron más solidarios con los necesitados en medio de la pandemia Covid19 como lo fue Gonzalo Castillo?

Los argumentos de la plutocracia

Se han ido sustentado varios argumentos para justificar el gobierno de los más ricos.

Un argumento racional, es que el hecho de que sean ricos, hace que lleven una vida sin presión económica, y por tanto, no necesitan robar, puesto que tienen sus problemas resueltos.

Otro argumento racional, es que el hecho de ser exitosos en lo privado, le facilita ser exitoso en la administración pública.

Una plutocracia puede ser buena o mala, depende de los resultados.

Hasta el momento, en América Latina, los casos de gobiernos encabezados por empresarios que han hecho un gabinete privilegiando a ricos o empoderados por los grupos empresariales, no han creado el desarrollo socioeconómico, ni la fortaleza institucional que añoraban. Excepto el caso de Sebastián Piñera en Chile, no han cumplido su cometido.

La plutocracia puede contribuir a la transparencia, la institucionalidad y el desarrollo de los pueblos, si ese es el verdadero propósito de estar en política y de llegar al poder.

Todavía es muy temprano para descifrar el real propósito de los millonarios que están en el escenario público “en procura de mejorar o darle un nuevo rostro a la administración pública”, como han dicho algunos.

Los retos de la plutocracia

Un gran problema que tiene este gobierno de ricos que encabeza Luis Abinader, es que por la pandemia Covid19, le ha tocado asumir las riendas de la Nación en medio de la más fuerte crisis económica de todos los tiempos.

Esta plutocracia está compelida a reducir el gasto público haciendo una gestión austera, sin precedentes. Ya han suprimidos instituciones, fusionamos carteras y anunciados reducción de nóminas.

Implementar una cultura de austeridad es más fácil cuando quien la traza y la orienta, vive de forma austera.

Un referente de gobierno austero, fue Joaquin Balaguer. Las medidas austeras trazadas por el caudillo reformista, eran respetadas porque el Presidente Balaguer y los miembros de su gabinete, eran los primeros en cumplirlas.

Un referente reciente de gobierno austero, fue el de Danilo Medina en su primer período. Cuando asumió el poder, el 16 de agosto del 2012, Medina presentó al gabinete, un documento estratégico que trazaba las pautas de una nueva filosofía de gestión, donde se le puso término a la cultura del dispendio de los recursos públicos.

El reto de conseguir confianza y aprobación

Fomentar confianza en las clases pobres y media, es uno de los retos mayores que tendrá la plutocracia de Luis Abinader.

La legitimidad del gobierno de Abinader, dependerá en gran medida, de que pueda alcanzar significativos niveles de agrado y confianza en la población.

Los liderazgos y gobiernos concitan altos niveles de aprobación social, cuando las prédicas van sincronizadas con las prácticas.

El ejercicio sincronizado de lo que prometía con lo que hacía, hizo que Danilo Medina ganara con el 62% de los votos en el 2016, y cuando la población percibió y comprobó que esa sincronización se alteró, optó por sacar al PLD del poder en el 2020.

Las instrucciones trazadas por Danilo Medina se cumplían, porque el gobernante era el primero en practicarla.

Esas imágenes del presidente Medina visitando los pueblos, barrios y campos, sin aparatajes de ningún tipo, sin lujos, ni vanidad, se tradujeron en la imagen de un gobierno humilde, con rostro humano, con inclusión social.

Cuál será la imagen del gobierno de Abinader?

La imagen del líder permea a la organización, mientras que la imagen de la organización condiciona la imagen del líder.

Todo gobierno, desde que inicia, tiene como una de sus más urgentes tareas, crear una imagen.

Aunque Abinader haya ido a Pedernales en compañía de su esposa y haya visitado Hato Mayor y Los Tres Brazos en medio del ciclón Isaías, su primera impresión, su primer estímulo para la construcción de la imagen del gobierno, está pautada por el perfil de los funcionarios: “todos vienen de hogares ricos y ambientes acomodados”.

“Un gobierno de élites de ricos” es la primera imagen poderosa que ha sido tomada por la cámara de la mente social y que pronto comenzará a generar expresiones y reacciones de disgustos en cadena.

Los docentes de maestrías, y más en nuestro caso que son programas del ámbito de Ciencia Política, conocemos el abundante activo de recursos humanos con alta formación que tienen los partidos políticos, y, precisamente, la mayoría de estos técnicos calificados y profesionales experimentados de clase media se organizaron en el PRM, por el ejercicio dilatado del PLD en el poder gobernando con las mismas gentes.

Aunque no lo hayan dicho, la raza y el origen de las personas, son factores que han sido y están siendo tomados en cuenta de manera prioritaria al seleccionar a los funcionarios.

“Debajo de cualquier yagua vive tremendo alacrán”, es un decir de sabiduría popular que arguye que las personas no deben ser menospreciadas por la apariencia humilde, ni por su vida en ambientes de pobreza.

El PRM tiene un activo de profesionales de alta calificación y exquisita formación que por no tener apellidos sonoros y no ser hijos de la fortuna económica no están siendo considerados para los puestos, y eso no quedará así, ha su debido tiempo los disgustos se expresarán.

En este gabinete de Luis Abinader, la exclusión a las clases pobres y media ha sido más notoria que en todos los gobiernos de la historia dominicana. Los puestos no están alcanzando para los ricos, y esto renace sentimientos y resentimientos de luchas de clases que ya habían sido superados.

En todos los gobiernos, al momento de articular los gabinetes, aparecieron unos cuantos decretos beneficiando a personas de abajo. A veces se trató de hijos de las personas que trabajan en los hogares de los lideres que cuidaron las familias de los lideres, pero en este caso, hasta esos sentimientos han estado ausentes.

Lo más recomendable es acercar la imagen del gobierno a la imagen del líder. Pero no siempre se logra, ni siempre conviene.

A Danilo Medina le fue fácil hacer un gobierno humilde y austero, porque procede de la humanidad, la escasez y la austeridad, orígenes muy diferentes a los del Presidente Luis Abinader.

Por eso, a Danilo Medina, el contacto con los pobres, humildes y desamparados, les salía tan natural.

Medina viene de abajo, vivió la pobreza, la escasez, con esfuerzo inmenso se hizo bachiller y luego profesional.

Danilo Medina trabajó duro para sacar a plazos una humilde vivienda y comprar un automóvil. A diferencia de Luís Abinader que tenía eso y mucho más desde antes de nacer.

Luis Abinader tiene méritos, por eso es hoy el Presidente de la República. Pero me apenas, ver personas tratando de reducir a Danilo, queriendo presentarlo como inferior a Luis Abinader.

Vamos a dejar que transcurra un par de años, y entonces haremos los análisis de comparación de resultados de gestión y trascendencia de liderazgos.

En conclusión, a Danilo Medina le cayó como el anillo al dedo, la misión que se impuso de humanizar el poder, dejando en el pasado la cultura de los banquetes, dejando atrás el hospedaje en hoteles de lujos, dejando atrás el aparataje militar, dejando atrás las tarjetas de créditos con gastos ilimitados, dejando atrás los celulares con facturas ilimitadas, dejando atrás la flotilla de vehículos y de empleados al servicio de los familiares de los funcionarios.

En los primeros 100 Danilo Medina sembró en la mente y corazón social la impresión de que sería el gobierno de los pobres y la inclusión social. Esa primera impresión marcó la ruta de su éxito convirtiéndose en algunos momentos en el más popular Presidente de la historia.

Luis Abinader en sus primeros 30 días consolidó la imagen del gobierno de los ricos, y eso marcará su gestión durante todo el período. Ese será uno de sus grandes problemas que se traducirá en desconexión social y poca valoración a sus acciones dentro de los segmentos pobres y clase media que es la mayoría de la población.

“La primera impresión se construye fácil, y luego es difícil cambiarla” dijo el padre de la Ciencia Política don Nicolás Maquiavelo. Enfatizo mucho a mis alumnos para que entiendan la importancia que tiene generar empatía y agrado desde el primer momento.

Buscando empatía con los pobres

El Presidente Luis Abinader ha comenzado haciendo esfuerzos para conseguir una química o empatía con la base popular de la sociedad.

A pesar del ingente esfuerzo que realiza, percibo que Abinader no podrá crear un puente empatico con los pobres y la clase media, menos a partir de ahora cuando ha dado a conocer de manera oficial su riqueza y cuando ha tomado la decisión de articular un gabinete con mayorías de ricos en una País donde las clases pobres y media son más del 90% de la población.

Aunque hagan gestiones aceptables, a las plutocracias se les hace difícil crear empatía con las clases media y pobres.

Por eso, los liderazgos que han dominado en América Latina, son personas que vienen de abajo y que en base a trabajo, destreza, esfuerzos y talentos, logran trascender convirtiéndose en modelos y referentes a seguir.

En las sociedades con mayorías pobres y clase media, la empatía social la logran con facilidad los lideres que vienen de abajo, que han vivido en la pobreza, en la escasez y el sacrificio.

Empatía es sentir lo que siente el otro, es vivir lo que vive el otro, como si lo estuviera padeciendo en carne propia.

Empero, como señala Daniel Goleman, a los empresarios se les hace difícil conectar con los que sufren, porque sencillamente, ellos no han sufrido.

La vida como ejemplo

La educación de los lideres a sus pueblos, la influencia de los que gobiernan en el pensamiento social, está trazada, no por lo dicen, sino, por lo que hacen, por como viven.

Hay una fílmica, una película histórica que se utiliza como material docente para educar de forma gráfica sobre gobernanza y vida opulenta en contraste con gobernanza y vida austera.

Los protagonistas de esa película interpretan a Maximiliano Robespierre y Danton. La fílmica retrata hechos reales en los procesos vividos para adecentar la Revolución Francesa. Robespierre vivía en el lujo y gasto excesivo, mientras Danton vivía en la sencillez.

Robespierre practicaba la buena vida, mientras las mayorías de sus correligionarios y su pueblo estaban sumergidos en la miseria, muriendo de hambre.

Danton, por el contrario, optó por vivir cómo vivía su pueblo y sufría en carne propia el sufrimiento de los desamparados.

En un proceso de formación de liderazgo, se recomienda poner a los alumnos a ver la fílmica, y al final, el maestro le pregunta a uno por uno: cuál es su personaje favorito? Y Porqué?

Partiendo de las respuestas el docente puede identificar el verdadero propósito que tienen de estar y participar en política.

Haría bien hacer varios focus groups -grupos focales- con los “popis” de la plutocracia de Abinader, para descifrar propósitos ocultos. Percibo que esos riquitos están diciendo una cosa, pero en el fondo lo que buscan es incrementar sus fortunas para incrementar sus vidas lujosas.

Los que nacen en la riqueza, se crían y se forman en la abundancia, casi siempre expresan admiración por el Robespierre de la fílmica.

Los que nacen, se crían y se forman en la escasez, y entran a la política con el propósito de hacer realidad sueños de mejorar vida de las gentes, por lo regular se identifican con Danton.

El principal escollo que tiene una plutocracia para manejar una crisis de esta dimensión como la que padece la República Dominicana, está en que le pedirán sacrificio a un pueblo, mientras ese pueblo sabe y está consciente de que quienes le piden sacrificio, viven en opulencia y la abundancia excesiva.

Pienso que el encanto creado por el equipo que gobierna con una comunicación calibrada en imágenes de rostros frescos y hermosos, iluminando un nuevo amanecer con caricia de felicidad y esperanza, a través de las redes sociales, sobre todo de Instagram, pronto dejarán de atraer y comenzarán a irritar.

La solidaridad como conducta de liderazgo

La solidaridad es una conducta que ha estado presente en casi todos los lideres dominicanos, a lo largo de la historia.

Cuando hemos estudiado a los liderazgos políticos, nos damos cuenta que uno de los atributos que tienen es que han sido solidarios con sus colaboradores.

Los lideres, aunque no sean empresarios, ni tengan grandes riquezas, cuentan siempre con amigos adinenarados, a quienes le piden que le resuelvan problemas a gentes suyas.

Lo ideal es que todas las familias y personas tengan sus problemas resueltos, pero la realidad es que las mayorías siempre viven en necesidad, por eso el Solidaridad es un sentimiento, una actitud, un valor tan importante en la naturaleza y perfil de los liderazgos.

Algunos Presidentes, con inteligencia práctica, inclusive cuando recibían la visita de allegados con problemas,  le daban dinero en efectivo. Esto lo hacía Joaquin Balaguer y también Hipólito Mejía.

Leonel Fernández y Danilo Medina no lo hacían personalmente, pero tenían colaboradores a quienes encargaban de la tarea.

Desde el martes 15 de septiembre del 2020, hay muchos dirigentes del PRM poniéndose las manos en la cabeza, puesto que no tenían la idea de que estuvieran representados por personas tan adineradas, mientras ellos pasan la mil y una.

El candidato Luis Abinader dijo en una entrevista con Nuria Piera que de su dinero no le regalaba un peso a nadie. La acuciosa comunicadora reaccionó sorprendida con la respuesta, porque reflejó un contexto distinto a lo que practican los lideres dominicanos.

Es muy probable que los integrantes de la plutocracia que encabeza Luis Abinader piensen igual. Vamos a ver si desde la presidencia de la República mantendrá la misma conducta.

“Fortuna ajena no llena barriga” dicen por ahí.

La formación humana y religiosa del pueblo dominicano tiene un componente solidario. Por eso, a quienes hacemos estudios de mercados no no sorprende cuando identificamos productos con altos niveles de agrado y popularidad, sólo porque tienen la condición solidaridad.

“Habemos miles y miles de dirigentes que gastamos nuestros ahorros haciendo campaña para que Luis Abinader sea Presidente, y ahora se rodea de ricos” me dijo con tristeza y dolor un alumno dirigente medio del PRM, con quien me encontré en un supermercado de la capital.

Vamos a ver si esta plutocracia se coloca a la altura de las circunstancias y logran pasar la prueba.

Hay personas de esas élites empresariales que han buscado puestos atraídas por el figureo. Dudo que tengan la cordura y la paciencia para lidiar con las presiones de dirigentes y personas en necesidad.

Ya pintaron de negro el local del PRM en Comendador, Elías Piña, esto sucedió antes de que el gobierno de Luis Abinader cumpliera un mes. Pronto ese sentimiento podrá convertirse en práctica rutinaria.

Qué Dios cuide y proteja al pueblo dominicano.

Qué Dios le de sabiduría al liderazgo gobernante.