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El transfuguismo es lesivo para los partidos políticos, la democracia como sistema y daña imagen de quienes lo practican, reflexiona el politologo, jurista y consultor político Belarminio Ramírez Morillo.

El transfuguismo es una conducta política que consiste en pasar de una organización a otra. El Derecho Electoral lo prohíbe, pero todavía la institucionalidad democrática y la justicia electoral es frágil: el órgano electoral busca bajaderos.

El transfuguismo afecta la imagen de quien lo practica, pero también de la partidocracia y de la democracia como sistema político.  Hay un segmento racional del electorado que tipifica el transfuguismo como una práctica política en ausencia de valores. Son personas que con la meta de ganar se mueven de un partido a otro. 

El transfuguismo es un freno a la renovación del liderazgo y al fortalecimiento de la institucionalidad partidaria, puesto que quienes lo practican apelan frecuentemente al chantaje. Expresan: “si me quitan la candidatura me voy”. Por tanto, son electos por un partido, pero se mantienen construyendo vínculos afectivos con los liderazgos de las otras organizaciones, como un plan B.

Los partidos que gobiernan sonsacan legisladores, alcaldes y regidores de la oposición. Así ha sido y seguirá siendo en la Republica Dominicana, a pesar del repudio social que la conducta consigue. Esa práctica, unos partidos la utilizan más que otros, pero en sentido general, se ha incrementado con el colapso de las doctrinas políticas.

Cuando el presidente de la República tiene el propósito de ir por la reelección, el oficialismo sale temprano a la conquista de los alcaldes y legisladores de la oposición. Justo eso es lo que está haciendo el PRM en contra del PLD y la FP.

Al principio, a los alcaldes de la oposición, el gobierno le pone la situación difícil, cero cooperación, pero le dejan entrever que se pasan al partido oficialista, la situación le cambia favorablemente. Por eso, aquellos liderazgos sin lealtad partidaria se ven tentados a dar el paso.

En República Dominicana, el sistema político de doble vuelta, opera mejor con dos partidos grandes. Tres partidos grandes genera una complejidad, y por eso, el que está en el poder debilita a la tercera opción partidaria como estrategia para garantizar estar primero o segundo en la primera ronda electoral.

Tendría que ser muy ingenuo el liderazgo de la Fuerza del Pueblo para hacerse la ilusión de que el PRM le permitiría crecer. Aunque en las elecciones del 2020 concurrieron separados en el nivel presidencial, en lo municipal y congresional el PRM y la FP fueron con candidaturas comunes. Esas cercanías ponen el terreno fértil para que una de las organizaciones crezca nutriéndose de la otra. Ese es el miedo que tiene el PRM debido a que como van las cosas no podrá llenar las expectativas de su dirigencia y militancia.

El PRM practica con la Fuerza del Pueblo la misma estrategia que practicó el PLD con el PRSC en el 2000 y el PRD con el PRSC en el 2004. Por tanto, como el PRM quiere retener el poder en el 2024, su estrategia es evitar que la FP crezca. El PRM optó por la estrategia de absorber a la FP. El plan esta en marcha, pero no le será fácil con Leonel Fernández.

El plan del PRM es hacer que la Fuerza del Pueblo se divida en tres.    

a) los que se van con el PRM.

b) los que plantean una alianza temprano con el PLD formulando un amplio y poderoso frente opositor que sea opción ganadora en primera vuelta; y

c) los que plantearán la conveniencia de mantener distancia del PRM y PLD, aunque se mantengan chiquitos.

Ya veremos. Estaremos dando seguimiento al proceso y las perspectivas de comportamiento electoral en ruta elecciones 2024.