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El Partido de la Liberación Dominicana fundado por el profesor Juan Bosch el 15 de diciembre de 1973 ha jugado un rol importante en el fortalecimiento de la democracia y desarrollo integral de la República Dominicana.

Debido a la avanzada edad que tenia el profesor Juan Bosch al momento de asumir ese desafio, muchos tipificaron el acontecimiento como una aventura.

La idea de un partido con cualificación del dirigente en que la calidad importaba más que la cantidad marcó la diferencia con los demás partidos del sistema: «el PLD desde su nacimiento fue fábrica y escuela de liderazgos sustentados en un pliego de valores, en una doctrina y una disciplina constante de estudio y preparación.

La cualificación del dirigente y el perfil de su líder fundador,  el profesor Juan Bosch, facilitaron que el PLD tuviera una fuerte incidencia en la vida dominicana desde el momento en que nace y que se mantiene 50 años después.

El PLD como toda organizacion, ha atravesado por crisis, siendo la división del 2019 que lo sacó  del poder la que se registra con mayor impacto en la historia. Los protagonistas de esa division, ya que se trató de un pulso de poder entre Leonel Fernández y Danilo Medina, hoy están conscientes de lo negativo que fue esa ruptura para la República Dominicana que como consecuencia de la divisón del peledeismo ha caido en manos de un partido que no es partido y que desde el 16 de agosto del 2020 ha puesto el destino dominicano en ruta de retroceso, deteriorando el desarrollo y calidad de vida que se logró en 20 años de gobiernos del pedeismo.

El PLD tiene el reto de seguir renovandose para volver al poder y ese desafio es cada vez más posible porque su lider Danilo Medina y la cúpula de la organización tienen en marcha un proceso renovador que se evidencia en la cantidad de jóvenes que están en la boleta electoral 2024.

El PLD en el contexto de su 50 aniversario es el partido mejor organizado de la sociedad dominicana. El PLD es el partido mejor legitimado y compenetrado con el tejido social y los sectores productivos que tiene la democracia y eso es una ventaja competitiva. 

Hay en la partidocracia organizaciones que son el resultado de una confabulación de intereses empresariales (el PRM) y otras son estructuras que descansan en el carisma de un líder y sus relaciones primarias.

El PLD sigue siendo una maquinaria política con la cohesión, disciplina y fortaleza para levantarse y reencontrarse con la mística de retornar al poder para seguir siendo la palanca y el motor de los cambios sociales, institucionales, culturales, tecnológicos, políticos y económicos que demanden las presentes y futuras generaciones.

El desempeño en la mejoría de la vida de las gentes ha tenido el PLD supera a las demás organizaciones que han gobernado: «Habrá PLD por muchas décadas». De eso estoy seguro.

Algunos estudiosos de la sociedad y la política anunciaron que con su salida del poder en el 2020, el PLD desaparecería. 

Mi respuesta fue ¿Cómo puede desaparecer por una simple división el partido con el activo de liderazgo más abundante de la Nación? ¿Cómo puede desaparecer por el simple hecho de haber perdido el poder el partido con la mayor contribución al desarrollo económico, institucional y social del ciclo de la democracia.

En mi forma de ver el futuro dominicano puntualizo: «la fuerza y presencia social de un partido que sale del poder depende del desempeño que tenga el partido que lo reemplaza». 

Por lo anterior, si el cambio que vendió el PRM se ha cumplido entonces tiene posibilidades de seguir en el poder en el 2024. Si es lo contrario, si el cambio ha sido un fracaso o un engaño, como subraya Abel Martínez, entonces el retorno del PLD al poder esta al doblar la esquina. 

En la comparación del nivel y calidad de vida del pueblo dominicano del presente (Luís Abinader y el PRM) con el pueblo dominicano en el pasado (el PLD de Leonel Fernández y Danilo Medina) casi todo esta peor. 

Por tanto, se esta definiendo en el escenario electoral un sentimiento que se puede expresar en voto de castigo al oficialismo y en la voluntad de retorno al poder de quienes lo hicieron mejor en el ayer. 

El hecho de que el PLD, la FP y el PRM pactaran para elecciones 2024, le facilita al votante tomar la decisión y escoger entre las opciones «volver  a vivir bien» o «seguir naufragando en la turbulencia de carestía, inseguridad, crisis y angustias»