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   Sin planificación estratégica, es posible sobrevivir, pero es difícil que lleguemos a liderar. Es que, solo mediante la planificación, podemos replantear las metas e identificar lo que debemos hacer para alcanzarlas.  Esto es muy importante que sea entendido por quienes aspiren a ser lideres y gerentes en el presente y futuro.

El primer reto para los políticos razona el consultor y maestro Julio Cesar Herrero, “es entender que la estrategia debe permitir cumplir ciertos objetivos, que deben estar ligados a una visión de largo plazo que busca mejorar la vida del ciudadano.”

El segundo reto, acota el reputado académico, “es dotar a la estrategia y a quienes son los encargados de implementarla de mucha flexibilidad y rapidez para poder incorporar cambios y restricciones que van apareciendo en la gestión pública.”

   Por tanto, la planificación como cultura en la organización, nos permite adaptarnos a los cambios, pero, sobre todo, adelantarnos a ellos o tratar de que se produzcan en el norte que nos favorece. Prepararnos para las crisis antes de que se produzcan es uno de los grandes retos que tiene la humanidad.

En tanto, una de las debilidades de la democracia ha estado en la falta de planificación. Algunos analistas plantean que la cultura de la no planificación ha sido estimulada por una clase política que saca ventajas personales de los atrasos socioeconómicos y la debilidad institucional.

   En las campañas electorales y en la vida de los partidos políticos, no debemos acomodarnos a esperar que sucedan los acontecimientos para luego pensar en ¿Qué hacer?

Debemos, por un lado, ver los acontecimientos antes de que sucedan; y, por otro lado, estimular la producción de los acontecimientos que nos favorecen.

   El plan estratégico es, como aduce Francisco Misiego, “decidir hacia dónde voy y porque camino.” Para implementar el plan estratégico, como sugiere Aceves Ramos, “se requiere de pasión, emoción, entusiasmo, fuerza, disciplina y organización, así como no perder de vista al competidor.”

Un reto en el diseño estratégico es contemplar la evaluación en las tecnologías digital. Debemos saber qué es lo que viene. Por eso, los consultores de marketing político debemos socializar con las mentes brillantes de la informática. Mientras tanto, los partidos políticos tienen el reto de estimular a sus estructuras de dirigentes a que utilicen las tecnologías de la comunicación. Es alto el porcentaje de dirigentes que sigue mostrando resistencia al uso de las redes sociales.

A mis alumnos de más de 50 años le estimulo que se pongan a tono con el mundo de las tecnologías, el internet y las redes sociales. Si lo logran hacen un gran aporte a la democracia, debido a que el hecho de haber vivido dos mundos les hace portadores unas inteligencias racional y cultural de la que por lo regular carecen los nativos digitales. Aunque el mundo ha experimentado un gran cambio en las últimas décadas, como señala Gerson Morales, los conceptos pilares o ideológicos siguen siendo los mismos desde hace 100 años.