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En una encrucijada está la República Dominicana por manejo terco, precipitado y poco inteligente dado por el presidente Luis Abinader y su gobierno a las diferencias con Haití por la construcción de un canal para desviar aguas del Rio Masacre.

Se complica aún más la crisis entre República Dominicana y Haití por construcción canal para desviar agua del Río Masacre. En una encrucijada ha quedado quedado la Republica Dominicana en que no saldría gananciosa con ninguna decisión tome.

El pueblo haitiano está unido en el propósito de construir el canal para desviar las aguas y la República Dominicana quedó entre dos alternativas:

1. Aceptar burla y quedarse con los brazos cruzados.

2. Romper relaciones diplomáticas, consulares y comerciales con Haití.

Cerrar la frontera y movilizar Fuerzas Armadas a los pueblos Fronterizos fue un desatino del gobierno preside Luis Abinader y el pueblo dominicano comienza a vivir los efectos.

El presidente Luis Abinader metió a la República Dominicana en este lío y ahora no podrá sacarla. Es posible que el conflicto termine donde debió comenzar que es en la Organización de los Estados Americanos. Ahí República Dominicana perderá, porque ya el canal estará hecho y nadie podrá evitar que los haitianos se lleven el agua.

Ya los sectores productivos y comerciales actores del intercambio comercial con Haití han experimentado significativas perdidas. Cada día que la Frontera permanezca cerrada, sale en millones de pesos de pérdidas para el comercio dominicano. El presidente Abinader actuó sin antes medir ese impacto negativo para el país. Cerrar la frontera fue un error. Esa no es solución. Esa medida es llevar miseria a dominicanos y haitianos.