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El joven político y empresario Ruddy Pérez esta en el escenario buscando posicionarse para estar en la boleta del PLD y aliados, como candidato a diputado elecciones 2024, en representación provincia La Altagracia. Estudio realizado por la empresa Ramirez M. Marketing Político Consulting SRL arroja imagen de la marca.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) presentara en el 2024 una boleta electoral congresional y municipal en provincia La Altagracia que conjuga la experiencia con la juventud.

Varios dirigentes jóvenes buscan ser postulados como candidatos a diputados para acompañar en el nivel congresional al ya proclamado candidato a senador Juan Julio Campos Ventura, el liderazgo más legitimo y confiable que tiene esa importante provincia de la Región Este.

La entrevista a profundidad realizada por Ramírez M. Marketing Político Consulting SRL arrojó que Ruddy Pérez el ser humano es considerado por la mayoría de los altagracianos como una persona solidaria, honesto, trabajador, emprendedor, buen amigo, afectivo, cordial, decente, educado, bondadoso, emprendedor, servicial, leal, con valores y de buena familia.

La valoración social que tiene Ruddy como persona, lo pone en un terreno fértil para crecer en el mundo político, ya que sus atributos estimulan al agrado.

La valoración social de Ruddy Pérez el político lo acerca al perfil del liderazgo ideal desean los altagracianos para que le represente en el Congreso Nacional.

El joven empresario y político es tipificado como capaz, excelente, honesto, gestor o emprendedor, perseverante, responsable y atento.

El punto fuerte de Ruddy Pérez que hace que los altagracianos lo perciban como capaz y competente para ser un buen diputado, además de su don de gente, es el buen trabajo que hizo como

Director de Turismo.

Perciben que su buen trabajo contribuyó al desarrollo del turismo y solución de conflictos, impactando positivamente en el deporte, el empleo, el comercio y la cultura.

Ruddy Pérez es una de las jóvenes promesas de liderazgo del ciclo renovador en La Altagracia luego que la familia Aristy Castro perdiera la hegemonía.